Hablar de innovación hoy en día es muy fácil, lo hacemos todos en nuestra vida y sobre todo en el mundo de las startup.
Pero creo que al hablar de ella con tanta familiaridad, desperdiciamos el poder que esta palabra tiene para todos.
La empleamos para hablar de algo nuevo, pero también la empleamos cuando hablamos de tecnologías aunque estas no representen una novedad como tal, o quizás si represente una novedad para un grupo de personas, o pueda ser realmente una novedad pero no una innovación.
No voy a poner la definición de la innovación pero les recomiendo que la busquen en el diccionario o incluso a través de buscadores por Internet.
Para mí la innovación va más allá de una forma de definir algo que acabamos de conocer y le ponemos el palabro “innovación”.
El pensamiento del Cambio
Pensamiento de cambio es… ser capaz de…, estar preparado para…, provocar…, conocer que esto es para… y aplicarlo para…, no estar de acuerdo…, aceptar que…, etc.
La innovación engloba, el pensamiento del cambio, pensar diferente se puede incluir dentro del pensamiento de cambio pero creo que no solo por pensar diferente estamos dentro de lo que denominamos pensamiento del cambio. Pondremos algunos ejemplos, pensamos diferente cuando dos personas están viendo dos canales diferentes de televisión, o estamos leyendo dos páginas por Internet de la misma noticia en dos líneas editoriales diferentes, incluso es trivial pero pensamos diferente dependiendo de donde nos hemos educado, una persona que ha nacido en China y se ha educado con la influencia del Taoísmo que una persona que ha nacido en Madrid y tiene una educación Cristiana. Pero más allá de la influencia que pueda aportar las diferentes filosofías y religiones también ante un mismo hecho pensamos diferente un matemático que un filósofo, un profesor que un alumno, un niño que un anciano.
Tengamos una reflexión en este tema, vamos a profundizar en el hecho de que el pensamiento y la cultura que tenemos va en cierta medida condicionada por el lugar donde nos criamos y reflexionemos sobre el hecho de que si por ejemplo cogiésemos a dos gemelos recién nacidos y se fueran a vivir uno a Israel y otro a la franja de Gaza podrían ser irreconciliables ambos debido solo a la forma en las que fueron educados.
Por ello descubrimos que pensar diferente es fácil y no por pensar diferente estamos contribuyendo a la innovación.
Lo francamente divertido es interiorizar un PENSAMIENTO DE CAMBIO. Pensar en cambios va más allá de ver las cosas diferentes, es casi provocar.
–Hago un paréntesis pues la palabra “provocar” va unido a mi manera de pensar en cambio desde que muy joven leía a Edward de Bono y me gustó eso de provocar que además estuviera muy acorde con los años rebeldes que solemos tener los de la edad adolescente. Por creo que provocar da mucho juego, y el juego es una inspiración para experimentar y conocer.-
Provocamos cuando pensamos y queremos llevar zapatos de bota sin amarrar y la gorra con la visera hacia atrás, cuando nos ponemos un tatuaje o cuando adrede utilizamos gafas de pasta cuando todo el mundo las lleva de metal, cuando utilizamos colores verde y naranja en nuestra camisa y pantalón, cuando empezamos a llamar las cosas con palabras inventadas que suenan más “cool”, si queremos ser un “milenials” cuando queremos formar parte de una pandilla y para ello nos vestimos y peinamos todos igual pero muy diferente al resto con los que nos relacionamos día a día. Creo que la provocación es esa chispa que hace arder el fuego de la creatividad y de la innovación. Que somos capaces de generar nuevas experiencias a partir de la provocación y bien conducida puede llevarnos a ser por lo tanto personas incluidas en el pensamiento del cambio.
Lo importante es una actitud de cambio, los cambios pueden fluir si con las personas son propensas a ese cambio, tienen interiorizado el pensamiento de cambio, o por otro lado se pueden bloquear, ralentizar o incluso extinguir si no existe esa cultura de pensamiento de cabio o por lo menos la actitud de aceptar ese pensamiento de cambio.
- Una provocación mediante la frase “El perdedor es el mejor preparado para triunfar”, parece una antítesis que no tiene a priori sentido pero, parémonos a imaginar a una persona que por ejemplo intenta varias veces crear una empresa de tecnología y que va de fallo en fallo, que nunca ha conseguido lograr el producto soñado, que nunca ha tenido el dinero suficiente para terminar de desarrollarlo, que siempre se le adelanta otra empresa que ofrece una solución mejor y más económica. Todo parece indicar que esa persona “el perdedor” está condenado al fracaso, pero evaluemos por un momento todos esos fracasos acumulados le está empezando a dar ventaja frente a los demás incluso los que triunfaron a la primera, ya esa persona perdedora empieza a tener los conocimientos que le puede ayudar a vencer momentos críticos, precisamente fruto de sus fracasos anteriores. Por lo que se puede intuir que es el mejor preparado para triunfar.
Pensamiento de cambio es… ser capaz de…, estar preparado para…, provocar…, conocer que esto es para… y aplicarlo para…, no estar de acuerdo…, aceptar que…, etc.
Apliquemos pues la cultura del cambio, esto no es nuevo y no soy un gran experto en este tipo de doctrinas [1] pero si puedo decir que si tomamos la actitud de cambio como un todo en nuestro esfuerzo en innovación podremos alcanzar mejores cuotas de éxito en la innovación.
[1] Bibliografia de pensamiento de cambio y pensamiento creativo